





Ya que se debe elegir un lugar bien definido y cuyas características se relacionen coherentemente con las intenciones que me imagino yo para ese lugar, mi lugar elegido fue el parque, como un espacio que me conecta con lo amplio, el exterior, la buena ciudad. Serían así como estímulos que me gustaría recibir cuando todo termine: una buena vista, una instancia calma, una última relación con la ciudad.
Pero sólo en medio de este lugar me haría mal, me haría sentirme desprotegido. Es por eso que me instalaría con un colchón y una manta, para sentirme situado, cobijado, y porque no acompañado.
Una relación equilibrada entre el mundo (el parque) y yo (el colchón y yo).
Luego de la clase de fotografía, fueron apareciendo en las fotos características técnicas apreciadas con más claridad respecto a lograr mediante la toma una intención, el poder contar algo, y que te salga o no.
Vemos las fotos del colchón junto al parque, desde la altura del colchón. Mostrando que la percepción del parque se realiza desde ese lugar, que quizá hace de filtro, es cómplice de la propia percepción…la modifica. Ahora el parque te llega distinto, te abraza, no te absorbe.
Luego la textura de la manta, arrugada, y tomada bien de cerca, para mostrar que en ese colchón hay vida, pasan cosas, esta mi vida. Lo mismo con la foto de la textura del colchón en primerísimo plano, contrastando con un pasto difuminado de fondo, separando mundos, mostrando sus claras diferencias, pero al mismo tiempo congeniando.